Reconocidas históricamente como la acción en salud que más ha salvado vidas junto al agua potable, hoy son vistas como la única solución para limitar las consecuencias que ha dejado la pandemia. En esta nota Zulma Nocenti, doctora y docente de la Facultad de Ciencias Forestales (UNaM), comenta su mirada sobre la reciente aplicación de la vacuna en nuestro país y comparte su experiencia como trabajadora de la salud en el Hospital Samic de Eldorado.
“La aplicación de las vacunas como prevención primaria de la salud es una acción insustituible para reducir la incidencia de la enfermedad y con ello, lograr disminuir la mortalidad y transmisibilidad”, sostuvo Zulma Nocenti quien es jefa de Infectología del Hospital Samic de Eldorado y docente en la cátedra Educación para la Salud de la Facultad de Ciencias Forestales (UNaM).
A más de un año del primer caso de Covid- 19 y con el virus aún entre nosotros, Nocenti aseguró que ésta es la única manera de lograr la inmunidad colectiva y además, limitar las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia.
En Argentina, la vacunación contra el coronavirus empezó a realizarse en las últimas semanas de diciembre al personal de salud, los primeros en la batalla contra la enfermedad, para luego seguir con poblaciones de riesgo y otros trabajadores esenciales.
¿Cómo se desarrollaron las vacunas? ¿de qué se tratan? son algunas de las preguntas que en su experiencia profesional y también con el fin de dilucidar las diferentes narrativas y posiciones que se han generado en nuestro entorno, Nocenti supo responder.
Para entender sobre estos inyectables, la Doctora explicó que la situación epidemiológica en la que nos encontramos, ha exigido que las evaluaciones de las distintas etapas se realicen en paralelo. Esto se ve reflejado en que todas las vacunas que se están administrando en el mundo se encuentran en fase III y al mismo tiempo, fueron aprobadas para su uso de emergencia habiendo pasado antes por un grupo de voluntarios/as en quienes se evaluó la seguridad y eficacia del suministro.
De las que se elaboraron en los diferentes laboratorios del mundo, Nocenti comentó que deben clasificarse en dos categorías: el primer grupo consiste en vacunas inactivadas, de subunidades proteicas recombinantes y las que utilizan vectores virales replicativos o no replicativos. Mientras que en el segundo grupo, se destacan plataformas de ADN y ARN mensajeros.
En el caso de nuestro país, que en este momento está suministrando la Sputnik V, manifestó que se trata de “ la primera vacuna registrada en el mundo a base de una plataforma probada, basada en vectores de adenovirus humanos”.
Este inyectable de origen ruso, contiene dos vectores contra el coronavirus: adenovirus 26 y 5. Su objetivo, es lograr “una inmunidad duradera” y generar mayor cantidad de anticuerpos, aclaró la profesional de la salud. El suministro, ha demostrado una eficacia del 91,4% y frente a casos graves del 100%. Además de que diferentes especialistas afirmaron que sería eficaz ante posibles mutaciones que ya están sucediendo.
En ese sentido, la Doctora remarcó el importante rol de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) que dio sustento a la Sputnik V y afirmó que se presenta como una herramienta terapéutica segura y eficaz de acceso para que en la Argentina, “se baje la mortalidad, reduzca la morbilidad y disminuya la transmisibilidad de la enfermedad”, aseguró.
La Universidad como institución clave para el sustento científico
Como docente de la FCF y una trabajadora de una institución importante para la zona norte de la provincia como el Samic de Eldorado, Nocenti explicó que la universidad pública es clave para transmitir información con sustento científico:
“Responde a la gran desinformación que se genera por falta de conocimiento o por noticias aparentemente contradictorias. Por la diseminación de rumores y a veces por la intención expresa de algunos interesados en apoyar la ‘infodemia’”, dijo.
Así también, agregó que la ciencia tomó un rol fundamental ante la situación inédita a la que nos expuso la pandemia. “Miles de científicos en el mundo comenzaron a trabajar de forma colaborativa sobre un mismo problema y a una velocidad nunca antes vista, dejando de lado en muchos casos sus propias investigaciones”, comentó la doctora.
Para ella quedó demostrado la necesidad del aporte de la ciencia para enfrentar la crisis sanitaria y tomar decisiones ante la misma.
Ante la consulta sobre su experiencia cotidiana de trabajar en este contexto, Nocenti afirmó que se trata de “una celebración a la resiliencia y al trabajo solidario”, como también un reconocimiento al “estrés por el esfuerzo de trabajar en forma ininterrumpida, con miedo al contagio propio y a nuestras familias, a veces en situaciones adversas”.
Asimismo, lo entiende como un llamado a la esperanza y a seguir abogando por un sistema de salud de calidad, de acceso universal, gratuito y basado en la equidad.