Situada en las instalaciones de la Facultad de Ciencias Forestales, el espacio compartido con la Escuela Agrotécnica Eldorado alberga un compromiso social con la comunidad desde la formación pero también desde el acceso, el aprendizaje permanente y el servicio. ¿Qué lugar cumple en la vida universitaria? ¿Cómo está organizada y cómo se adapta a los tiempos digitales? Estas son algunas de las preguntas que esta nota intentará responder.
Con una misión de servicio a la comunidad y como espacio clave para la formación académica, la Biblioteca Regional Eldorado empezó a gestarse en 1960, desde los inicios de la Escuela Agrotécnica Eldorado (EAE). Tiempo más tarde, con la llegada de la Escuela de Ingeniería Forestal, en 1974, los primeros trabajadores nodocentes del sector de alumnado, dispusieron cajas de libros y estantes para montar lo que sería una primera forma de “entender a una biblioteca”, con material relacionado al sector forestal.
Ya en 1978, la EAE habilita un espacio para que ambas bibliotecas pudieran fusionarse y trabajar de manera compartida, brindando así mayor comodidad a sus estudiantes. Recién en 1988 el lugar se instala con una nueva infraestructura en las instalaciones de la ya Facultad de Ciencias Forestales, es allí donde funciona hasta la actualidad.
Ester Troche, Verónica Duarte y Antonella Barboza, son trabajadoras de la Biblioteca y comentaron cómo es el funcionamiento del espacio que cada día, cuenta con una importante concurrencia de estudiantes y hoy posee una infraestructura con 150 lugares dispuestas en: una sala general, una sala destinada a estudiantes de la EAE, una sala de silencio y un sector de informática. Además cuenta con una hemeroteca, mapoteca; sectores especiales con material donado por profesionales e instituciones donde hay un total de 600 títulos; una colección de la FAO; estantes con libros de la escuela y de la FCF y sectores de tesis, integradoras y trabajos finales de las diferentes carreras.
De esta manera, el espacio está diferenciado en tanto a la bibliografía física y la ubicación de los materiales. La categorización, explicó Verónica, quien es técnica en Gestión Universitaria, se da a través de la Clasificación Decimal Universal (CDU) que, en sus palabras, es “una tabla normalizada en la que se ubica en forma temática los títulos según un código estandarizado internacionalmente para todas las bibliotecas”, dijo.
Pero ¿qué rol cumplen las bibliotecas en la formación de las y los estudiantes?
Para Ester Troche, responsable del lugar, “colabora en la formación de los futuros profesionales, proveyéndoles de información, formándolos en cuanto a sus aptitudes en la búsqueda para el futuro ya sea desde el punto de vista docente o de un investigador/a”.
Desde el lugar de las escuelas secundarias, en cambio, el espacio pasa a cumplir más un rol de ayuda al docente y de refuerzo en la enseñanza académica, afirmó.
Ester, quien es licenciada en Bibliotecología y Documentación, comentó que a su parecer, los/as estudiantes dependen en un 90% de la Biblioteca porque además de proveerles material bibliográfico, les brinda un ambiente cómodo y con acceso a internet. Pero no solo eso, ya que se dispone como un lugar de apoyo y compañerismo entre los pares y también con el personal del espacio, esto demuestra la función social que poseen estos lugares fundamentales en el camino formativo.
“Con el personal de préstamo se crea un intercambio casi familiar. Hay un ¿cómo estás? , nos comparten sus problemas, nos cuentan cuándo salen bien o mal en los exámenes, si les sirvió o no el material que les brindamos. Quizá son espacios que ellos necesitan, cada alumno tiene su realidad y por ahí necesitan una oreja que los escuche y les de contención”, afirmó la encargada.
Así también, la participación de los/as usuarios/as se ve en las diferentes actividades que realizan en fechas importantes como el Día del Lector; el Día del Estudiante, Navidad u otros momentos generando así un entorno de calidez no tan frecuentes en otros espacios similares.
La Biblioteca y la adaptación a las nuevas herramientas digitales
Durante la pandemia, este espacio como todas las actividades académicas, debieron adaptarse a las diferentes herramientas digitales. “Fue el detonante para que nosotros también como Biblioteca experimentemos. Si bien teníamos un poco de recelo y prejuicios, le dimos el mismo valor y hoy por hoy ya conviven lo impreso y lo digital y nosotros también fuimos descubriendo los diferentes medios. Ya no es CD, ahora tenemos libros en línea, e-readers con sus e-books y también lo incorporamos en nuestro trabajo técnico porque todo lo debemos catalogar”, explicó Ester.
Actualmente la Biblioteca cuenta con 10 dispositivos e-readers con 250 e-book disponibles. Sin embargo, aseguró que observan que los/as estudiantes siguen prefiriendo el uso de los libros impresos. La Facultad cuenta también con libros en línea que pueden descargarse desde la página web institucional.
El futuro de las bibliotecas
Sin lugar a dudas, el futuro de las bibliotecas será en convivencia con las herramientas digitales: “Cuanto más recursos informativos tenga una institución, es mejor para que el estudiante realice búsquedas con criterios apropiados para su formación”, comentaron las bibliotecarias.
En la Facultad de Ciencias Forestales, explicaron, los recursos informativos digitales están ordenados en un espacio virtual de la institución por lo que a su parecer, es más útil de lo que el alumno puede recolectar en otros espacios online. “La preferencia por lo impreso o digital, lo dicta el usuario”, remataron.
Ante la consulta de qué significa el espacio para cada una, Antonella expresó que para ella es un espacio importante que les da la oportunidad de compartir con los estudiantes y saber sus necesidades.
Para Verónica es el “corazón de la universidad” y para Ester implica la oportunidad de brindar un servicio y de desarrollarse profesionalmente a través del trabajo colaborativo: “Es un ámbito donde vos podés crecer en lo personal, en lo profesional y en lo institucional”, concluyó.
Esta nota fue escrita en el marco de la Revista Nexo Universitario. Podés descargar la versión online completa en el siguiente enlace: Revista Nexo N°19